Prostituta

martes, 21 de abril de 2009



Quiero prostituirme.

Entregarme

Intercambiar por sustento quien soy.

Deseo desembolsar mi esencia, controvertir mis principios, abandonarme a la locura de una desconcertante misión.
Ahuyentar mis miedos, flanquear mis barreras, mirarme en el espejo y no reconocer quien me mira desde él.
Pintar mis labios, encrespar mis pestañas, dejar a la vista la desnudez de mi piel.
Mostrar en mis actos la morbosidad del pensamiento humano, torrentoso, intrigante, enfermo y voraz.
Alimentarme del deseo, ser parte de la lujuria, no más que un objeto, nada más que material
Lascivo y punzante, ser beso en el beso, piel contra piel.
Perder lágrimas en el sudor del hecho, hacer del acto todo un placer.
Satisfacer con caricias lo negado de lo vivido, lo conocido y por conocer.
Un alma inquieta que se transforma en cuerpo, que renace en orgías y que se deja caer.
Quiero prostituirme y olvidarme de mí misma, dejarme utilizar sin apoyar los pies.
Hacer de mi cama mi guarida, del semen mi alimento y de los orgasmos el infierno en el que me voy a perder.
Lenguas y aliento, sal y alcohol. De las manos una fiesta, del beso al colchón.
Una mirada sedienta de risas y llantos, dinero y pasión.
Quiero prostituirme y arrancar mi alma, desgarrar mis sentimientos, aniquilar mi corazón.
Quiero que me uses y ser sólo tuya…
Por una noche que tus gritos los reciba yo...
Moi...

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