Cierro los ojos y descubro mi mundo interior.
En este mundo el césped es rosa y pequeños pies caminan por los senderos escondiéndose de las miradas.
Hay ojos por todas partes: las hojas son ojos, las gotas son ojos, el sol es un gran ojo que pestañea, me mira y asiente.
Si avanzo y dejo que este sol ovalado caliente mi cuerpo, siento risas, millones de risas que me rodean y que me hacen sonreír a la vez, invitándome a formar un solo canto con ellas.
Y además de eso hay palabras, muchísimas palabras; todas aquellas en un hermoso español que tapizan los troncos de los árboles, que se desdibujan en el oleaje del mar, que forman frases en los cielos, obligándome a evocarlas mientras camino, hipnotizada.
"Los suspiros se escapan de su boca de fresa"
"Mariposa de ensueño te pareces a mi alma...
y te pareces a la palabra melancolía"
"Mientras las ondas de la luz al beso
Palpiten encendidas;"
.
.
Mi mundo imaginario es tan rico en energía, en amor, en sentimientos. Es tan intenso que aún intentando esconderlo no puede dejar de aparecer. Es tan maravilloso que sólo yo, y nadie más que yo puede comprenderlo.
Amo mi mundo interior.
L.E
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