Es difícil no admirar el brillo que me devuelven las estrellas cuando pienso en ti. Creo que ellas esconden parte de tus sueños mientras duermes, y que esos sueños los proyectan con blancos desteyos hacia mí.
El cielo oscuro se ilumina y un guiño márfil decora su quietud; tus sueños no provocan más que tu descanso... todavía no te quieres hacer despertar.
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Y mientras admiro este cielo sin luna sé que de alguna manera tú estás en él.
Al fin y al cabo el espacio es uno solo y tu alma y mi alma quizás se encuentran ahí.
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Aún antes de que sepa quien eres...
... o aún antes de que lo quiera descubrir.
L.E
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