Una carta para ti...

sábado, 20 de junio de 2009

Tú:
.

Sabes quién eres. No hay necesidad de poner nombres cuando ambos sabemos que me refiero a ti. Porque esto es tan absurdo que me aterra. Tan ilógico. Tan estúpido. Tan sin sentido que no sé qué decir. No sé qué siento. O, más bien, sé lo que siento... sólo que no lo quiero sentir.
No te conozco. No en el sentido físico de la palabra. No sé cómo se iluminan tus ojos con el sol ni a qué huele tu piel. Me imagino los gestos de tu rostro al reír, pero no los veo. Me pregunto cómo te gustará caminar, si rápido como apresurado, o lento... como si pudieras barrer la calle al avanzar. Pero repito, no te conozco. Sé de ti sólo lo que me has permitido conocer. Conozco de ti sólo aquello que no has querido esconder al mundo.
Es por ello- por lo mucho que no sé y no sabré- que tengo miedo que mi corazón parezca un maldito huracán cuando pienso en ti. Temo a esas sensaciones que me produces sólo al ver que tu nombre titila y que tus palabras se dubujan en mi pantalla como si realmente estuvieras aquí... conmigo.
En este minuto lo único que quiero es abrazarte. Fundirme en tus brazos y apretarte tan fuerte que sientas que puedes reventar. Quiero sentir una de esas profundas miradas que siempre me has advertido que tienes. Necesito escuchar tu voz, tus regaños, tus tercadeses, aunque sea leer tu "hola hermosa" por el computador.
Necesito que sepas que yo estoy contigo, a pesar de que una enorme cordillera nos separe.
Soy una estúpida, lo sé. Soy tan tonta que no puedo evitar reírme mientras escribo algo como esto. Es como si en vez de avanzar con el tiempo, retrocediera. No maduro, sólo oculto. Y es porque yo no soy así. No soy de aquellas personas que pierden el control de las cosas y se confunden en un mar de ideas absurdas.
¡Haces que mi razón vuele!. Dime, por favor dime qué has hecho conmigo. Por favor dime a dónde te llevaste mi razón.
Me siento impotente. No puedo hacer nada para comunicarme contigo más que esperar. Sí, me quedo aquí, entre papeles, diálogos, gritos, noticias, mail escritos y otros por escribir, vasos de agua, café, migas de galleta y conversaciones tontas. Te espero en mi diario vivir mirando una y otra vez el msn a ver si te conectas. Me quedo aquí y espero no parecer loca ni cobarde mientras no hago nada más que situarme sobre mi cama y mirar la pantalla... una y otra vez, una y otra vez como si el tiempo se detuviera mientras espero tu llegada.
.
¡Estoy delirando!. Y me asusta. Me aterra. No puede ser...
Te busco, te persigo y no te alcanzo.
Y no sé si sólo soy yo o si también eres tú.
No sé si soy sólo yo la que se pregunta tantas cosas y se siente tonta.
No sé si eres tú el que tiene la culpa o siempre ha sido mi culpa.
Ya no sé nada.
.
Te extraño. La única verdad es que te extraño. La única verdad es que quiero ayudarte pero no tengo cómo. Esa es la única verdad que existe.
Te quiero. Sí, eso sí puedo decirlo. Te quiero porque me haces sentir especial aún con todas las dudas que me embargan. Te quiero porque eres tal como debes ser. Eres tal como me gusta que seas.
Y me odio. Me odio por ser tan complicada, por no entender, por no sentir (o por sentir mucho). Me detesto porque sí soy una imbécil. Lo sabes.
.
Te adoro, hermoso.
.
Mi corazón está donde tú estés.
.
Y con ese mismo corazón que me has robado para dejarlo tan lejos de mi alcance... te digo que espero que jamás leas lo que he escrito aquí. Realmente espero que este secreto a voces sea lo único que se quede conmigo.
.
Dani.

0 comentarios: